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Cuenta una antigua leyenda:
Quetzalcóatl, se fue a viajar una vez por el mundo en figura de hombre. Como había caminado todo un día, a la caída de la tarde se sintió fatigado y con hambre. Pero todavía siguió caminando, hasta que las estrellas comenzaron a brillar y la luna se asomó a la ventana de los cielos. Entonces se sentó a la orilla del camino, y estaba allí descansando, cuando vio a un conejo que había salido a cenar.
-¿Qué estás comiendo?, -le preguntó.
-Estoy comiendo zacate. ¿Quieres un poco?
-Gracias, pero yo no como zacate.
-¿Qué vas a hacer entonces?
-Morirme tal vez de hambre y sed.
El conejo se acercó a Quetzalcóatl y le dijo:
-Mira, yo no soy más que un conejo, pero si tienes hambre, cómeme, estoy aquí.
Entonces el dios acarició al conejo y le dijo:
- Tú no serás más que un conejo, pero todo el mundo, para siempre, se ha de acordar de ti.
Y lo levantó alto, muy alto, hasta la luna, donde quedó estampada la figura del conejo. Después el dios lo bajó a la tierra y le dijo:
-Ahí tienes tu retrato en luz, para todos los hombres y para todos los tiempos.
Se aprecia con todo esto la forma de un conejo que a simple vista son algunos de sus grandes cráteres, producidos por la colisión de aerolitos tales como: Kepler(4), Océano de las Tormentas (5), Copérnico (6), Archímedes (7), el Mar de la Lluvia es el abdomen del conejo, y el Mar de la Crisis (8)
(EL CONEJO EN LA LUNA)
Yohualtotomeh
(Los pájaros de la noche)
inchan omanqueh:
(se quedaron en su casa;)
cenca quiahuia yohualnepantla.
(mucho llovía a la mitad de la noche)
In ihcuac oyahqueh in tlilmixtli,
(Cuando las nubes negras se fueron,)
yohualtotomeh patlantinemih,
(los pájaros estuvieron revoloteando,)
azo quittayah tochin in metztic.
(tal vez veían al conejo en la Luna)
Nehhuatl huel oniquimittac
(Yo pude contemplar)
in yohualtotomeh
(a los pájaros de la noche)
ihuan tochin in metztic.
(y también al conejo en la Luna.)
Miguel León-Portilla
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