Los orígenes de la escritura Maya pueden rastrearse hacia el sur de México, a un lugar llamado Veracruz, así como a la Costa del Pacífico de Guatemala y Cuzcatlan. El pueblo que vivió aquí, llamado Olmeca o Mihezoque, pinto los primeros jeroglícos en Tres Zapotes en el año 29 A.C., fue esta la primera evidencia de un lenguaje escrito en la antigua CemAnahuac. El texto más antiguo que presenta el conjunto completo de características de la escritura de los Mayas se conserva en la Estela 29 de Tikal, que data del año 292 D.C. La escritura jeroglífica se compone de signos para los ideógrafos, que son unidades de significado, palabras o partes de palabras compuestas; y de sílabas, que son unidades de sonido. Los textos fueron libros escritos en bloques del mismo tamaño, cada uno conteniendo uno o más signos. Dentro de un bloque de jeroglíficos usualmente hay un signo que es de mayor tamaño que los otros: es el signo principal. Adjunto a éste, se encontrarán afijos, superfijos, prefijos, postfijos, subfijos y aún entrefijos, los cuales modifican o definen el signo principal. Los textos de los mayas, hermosamente pintados o esculpidos, expresan oraciones completas con nombres propios, verbos, adjetivos, adverbios, preposiciones y conjunciones y otras partes de la composición de un lenguaje.
En el Silabario presentado, los signos son formados combinando una consonante en particular con una de las cinco vocales; a, e, i, o, u. Si un escritor Maya quiere describir el acto de "escritura" (o tz’ib’ en Maya) el escritor puede seleccionar de varios signos para convertir el sonido. Por ejemplo, esta combinación puede ser escogida:
Aunque la escritura maya no está completamente descifrada a continuacion se muestra un documento en formato .pdf donde nos orienta mas sobre ello.
Introduccion a los jeroglificos mayas